Siguiendo con la internacionalización, viajé al municipio de Jiquipilas, más bien a Cintalapa, pero tuve que llevar a un cuate a Jiquipilas. Ahí, como siempre, busqué un botanero (la vida de los Guerreros es sufrida). Me recomendaron el Marquiños.
Me dirigí a donde me dieron el rumbo y por fin lo encontré. Es un lugar tranquilo, únicamente una mesera atiende y el propietario. La botana, a mi parecer, está cara para el lugar que es. Pero sin lugar a dudas, con muy buen sabor y bien servida. La cerveza es de la familia Modelo.
Sin nada más que agregar, cuando vayan a Jiquipilas pueden visitar el Marquiños. (Si conocen otro mejor, recomienden).
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