miércoles, 8 de junio de 2011

La Tuxtleca cantina-bar

La Tuxtleca cantina-bar, se ubica en la 2a Norte Poniente #812. Es una casona de esas antiguas muy bien conservada y bien acondicionada como cantina-bar. Cuando un lugar va a "pegar" se nota, y este es un lugar que al parecer lleva ese rumbo, claro que depende de que se mantengan como hasta ahora y corrijan los detalles que vayan surgiendo.


De entrada, el ver coches estacionados afuera es buena señal, pero mejor señal aún es que desde que entras se siente el aroma de una buena botana.


Como les comenté, el lugar es una casona, por lo que cada espacio fue adaptado para colocar las mesas en lo que anteriormente fueron sala, cuartos, pasillos, etc. A pesar de eso, los meseros se coordinan bien para no dejar a nadie esperando por su pedido.


La cerveza que venden es Sol, Superior, Indio, Ámbar, Láger; y también venden cerveza de barril clara y oscura. A mi no me pareció tan buena como la cerveza de barril de la competencia. La carta de botellas bien surtida también. Los precios de las cervezas a 15 pesos la media, y la de barril a 40 el litro.


Las botanas bien preparadas, de buen sabor. La cortesía es un consomé excelente y carne tártara también sabrosa. Pedí un platón especial que es el de la foto, a sólo $250. La verdad también bien preparado y bien surtido. Otra botana que probé fue la tinga, también buena, eso como cortesía.


Pero como no todo es perfección al final hubo un detalle que me imagino se debe a que el lugar tiene poco de ser inaugurado: me cobraron de más en la cuenta. Este error se corrigió al momento y no creo que sea con dolo ni mala fe, pero como he hecho siempre lo tengo que comentar para que revisen que el cobro sea correcto.


De salida, te dan una promoción del 20% en tu próxima visita. Como dice en la tarjeta: "sabemos lo que querés... por eso ahí tenés uno tu descuento".


Yo ya tengo el mío, así que a hacerlo válido.

En resumen, un buen lugar para comer, céntrico, con buen servicio y 100% familiar.

Información actualizada 27/02/2012 El lugar se encuentra nuevamente funcionando, con nueva administración, falta ver que tal el servicio

sábado, 4 de junio de 2011

Bar Las Américas

En esta ocasión voy a escribir de un lugar mítico: El Bar las Américas. Al parecer fue fundado en 1953, los tuxtlecos viejos (más viejos que yo) deben de conocerlo perfectamente. La primera vez que fui me dejé seducir por el encanto de sus micro botanas. Como el fundador es (fue) español, todo tiene el toque de la cocina española y hasta la fecha se mantiene igual.

Pero como la función de este blog es orientar a la bolencada, no puedo caer en romanticismos y tengo que decir la verdad y nada más que la verdad.

Comencemos con la ubicación: 14 oriente y 2a Norte. Es una casota que realmente se ve vieja, al igual que los muebles y al igual que todo lo que está ahí. Este bar es frecuentado generalmente por gente ya mayor, clientes de años que han envejecido junto con el bar.

El ambiente es muy relajado, bohemio por así decirlo. Atienden dos meseros, y al parecer en la barra los dueños, uno como cantinero y otro como cajero. Hay música de marimba y de teclado (viernes y sábados). Los grupos que llegan a tocar se van intercambiando desde Freddy Aquino, Los Dabkys, etc.

Como les comentaba anteriormente, la botana es lo que distingue al Bar las Américas. De entrada pasan un consomé de camarón seco, en una tacita de té y tres platitos más: una ensalada de papa, ensalada de tomate con camarón, hígado de puerco con aceite, panza de puerco en escabeche, etc. Y así sucesivamente cada cerveza van remplazando las 4 botanitas, repiten tres y cambian una , o cambian dos y repiten dos. Todo de sabor excelente.

Para el que no lo conozca y espere quedar con el ombligo chispado de tanta botana este no es el lugar correcto. Cuando digo que son platitos y tacita de té, es porque así es. De hecho pasan palillos para comer, porque si pasaran cubiertos te lo acabas de dos bocados. Más que nada estas botanas son para degustarlas con calma acompañados de una buena cerveza o un buen trago.

También venden órdenes de cecina, paella auténtica española, pero avisando con anticipación, tapas españolas y otros platillos más.

Ahora lo importante, los precios: Michelada de negra modelo $42 pesos, negra modelo sola $38 pesos. Orden de cecina $120 pesos, y ya con eso, antes de malgastar el presupuesto.

En mi humilde opinión no es tanto los 42 pesos de una michelada, sino qué obtienes por eso. Sé que en un "teibol" te venden en promedio 150-200 pesos una cerveza, pero es obvio que estás pagando lo que ves (y lo que tocas). Pero sinceramente, pagar 80 pesos de dos cervezas por comer botanitas de historia como que no se me hace.

Seguramente habrá gente que me critique y tal vez me diga que soy un pinche borracho inculto que no salgo de bares clandestinos, y ¿saben qué? es cierto. Pero yo comento lo que veo y trato de apegarme lo más posible a la realidad.

Para los que quieran saber más de la historia de este bar, me tomé el atrevimiento de poner este enlace de un blog Crónicas de la frontera ahi podrán leer de forma más detallada la historia de este antiguo bar.