La cantina Doña Lety es un lugar concurrido por todo tipo de gente. La botana clásica chicharrón de barriga, carne frita, queso cotija, carraca, etc. Cerveza de la Superior, jarras de michelada y pomos.
En todos los años de su existencia ha tenido pocos cambios, la última remodelación fueron en los baños que ya les hacían falta. Por lo demás todo sigue igual. Calor como el mismo infierno, ya que en el fondo el techo es de lámina. En la entrada es más fresco pero con la rocola a todo lo que da es bastante difícil poder platicar.
No podían faltar las clásicas meseras gordas que cambian a cada rato. Generalmente la mejorcita la ponen al frente del negocio y las peorcitas las ponen al fondo.
En resúmen, no es el gran lugar, pero si se come bien. Lo ideal es comer ahí, tomarse unas cuantas y seguirle en otro lado con mejor ambiente.
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